Los colores del incendio. Pierre Lemaitre.

Los colores del incendio. Pierre Lemaitre. Salamandra Ediciones

Libro recomendado por José Félix Escudero

Antes de empezar a leer esta novela, confieso que disponía de unos gramos extra de excitación, derivados del placer que me produjo la lectura de Nos vemos allá arriba, del mismo autor y que no exigía, al menos desde mi punto de vista, una continuación. Pero Lemaitre ha querido continuar con la trayectoria vital de los miembros de la familia Pericourt, banquero de postín, en la Francia de las primeras décadas del siglo XX.

La novela anterior era especialmente singular, tanto por la construcción de personajes deslumbrantes en un entorno social, político y económico muy complicado, como por la deliciosa suntuosidad literaria con que enfrenta los acontecimientos personales, conflictos, emociones, pasiones y desventuras que les atañen. Hay en esa novela anterior, mágicas pulsiones antropológicas y desusadas formas de resolución.

En esta novela que ahora os reseño, persisten algunos de los elementos esenciales de la escritura anterior, pero no alcanzan el nivel o mejor dicho el fulgor que emana de aquellas páginas, prácticamente desde el principio. Siempre hay alguna clase de frustración cuando después de una gran novela le sucede otra que pretende completarla. Y es verdad que la completa en sentido estricto, porque muerto el fundador de la familia, el banquero, y muerto su hijo, Edouard, el mítico personaje de Nos vemos allá arriba, la historia se centra en los herederos, su hija Madeleine y su nieto Paul.

Como no podía ser de otro modo tratándose de Lemaitre, el principio de la novela es el entierro del prócer que parece poder discurrir por las vías normales de un entierro al uso aunque sea importante social y económicamente hablando. Pero el autor, imaginativo y enormemente dotado para la provocación y la sorpresa, introduce un elemento trágico de tal calibre y tan desmesurado, que el proceso se altera para siempre y la historia empieza, poco a poco, pero con gran precisión, a ser la construcción de una traición y, de modo virtuoso, la planificación de la correspondiente venganza.

Lemaitre elige el modelo del folletín para relatar esta historia de ambiciones, bajas pasiones, amores complejos, infidelidades y grandes y pequeñas traiciones, y lo hace, seguramente para prender en el lector la mecha de la impaciencia por conocer el final.

Me ha gustado la lectura aunque no me haya sorprendido. Pero eso no es malo, porque poner el listón siempre en lo alto acarrea muchas veces estúpidas decepciones. No pasa eso aquí, no puede pasar porque el hilo narrativo es sencillo pero exigente y te conduce a la comprensión, sin tacha, de muchas de las miserias de la condición humana. Y de paso dibuja con objetiva complacencia el escenario de entre guerras, en Europa, uno de los más ácidos, inclementes y literariamente sobrecogedores de cualquier tiempo.

Que les aproveche.

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