Libro recomendado por José Félix Escudero Pitarch.
En esta nueva entrega sobre las andanzas del comisario Bernie Ghünter se relatan por el mismo precio e igual disfrute dos investigaciones criminales, que en planos históricos diferentes, entre la una y la otra hay diecisiete años de distancia, relatan sombríos y brutales acontecimientos vividos por el comisario. En la más antigua Ghünter es reclamado por el general Heydrich para que resuelva un asesinato en el Berghof, el cuartel alpino de Hitler una semana antes de la celebración de su cincuenta cumpleaños, a requerimiento de Martin Bormann, uno de los más infames gerifaltes de aquella portentosa escoria de nazis.
En la otra historia se relata un encargo hecho por el Jefe de la Seguridad de la Stasi, R.Mielke, al comisario para exigirle que asesine a una ciudadana alemana en Londres, si quiere seguir vivo. Los relatos de una y otra acción se solapan en el tiempo y culminan en el mismo punto geográfico y humano.
La maestría de Kerr, ya desarrollada en su Trilogía de Berlín, alcanza aquí su cenit especulativo y su disposición a hacer del estilo ácido, mordaz, crudo e irónico, uno de los más meritorios entre los escritores de novela negra. Para quien se ha interesado, como yo,en asomarse al abismo nacionalsocialista y descubrir, objetivar y cuantificar la barbarie, la vesania, la falta de escrúpulos, la corrupción y la esencia fundamentalmente criminal y antisocial de su ideología y programas, resulta reconfortante la manera que el comisario tiene de tratar, dirigirse y despreciar a aquellos criminales. Es una vuelta de tuerca novelística que reproduce objetivamente la historia de una grandiosa infamia y lo hace con una puesta en escena emotiva, teatralmente precisa y con unos diálogos abiertos, deliciosamente humorados y con apostillas cultas que singularizan un estilo impecable.
Esta dos novelas en una son quizás la culminación de un proceso re-constructivo necesario para que nunca olvidemos aquella época desgraciada, brutal, incomprensible para un espíritu humano sensible y con principios morales. No os la perdáis y leed en voz alta cuando insulte a los Goebbels, Himmler, Goering, Hess, Heydrich, Streicher y su maldigo y adorado Fhürer. Sentiréis un cosquilleo de satisfacción.
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