LIBRO RECOMENDADO POR: Ana Vives López. Directora de contenidos de la editorial Tirant lo Blanch
Joyce Carol Oates nos presenta a Andrew J. Rush como un escritor de éxito sin más, que vive su éxito con deleite, con cierta envidia por autores de más éxito y una vida aparentemente aproblemática. La autora nos deja ver algunas debilidades y puntos de mediocridad del personaje, rasgos todos ellos que lo humanizan y lo hacen completamente cotidiano. Sin embargo, sutilmente, se nos desvela el secreto de Rush y es que éste es también Rey de Picas, un escritor pérfido, violento e implacable.
Una denuncia por plagio sirve de excusa para llevarnos al centro de la novela: el lector se va adentrando en una espesura negra dónde, confuso, descubre que el personaje es a la vez ambos escritores, y que de alguna manera son la otra cara de una misma moneda.
A la manera de Doctor Jekyll y el señor Hyde, Rush y Rey de Picas oscilan entre la contención y el convencionalismo, la fata de escrúpulos y la brutalidad . Pero no todo es blanco y negro, esas emociones aparentemente tan opuestas, en realidad, tienen un transfondo común, las pulsiones de Rush hacen que nazca Rey de Picas, Rush necesita a Rey de Picas y, a la vez, lucha por mantenerlo a raya. Por su parte Rey de Picas va ganando terreno apoderándose del débil y acomplejado Rush. La novela adquiere una densidad opaca que corta el aire.
Rey de Picas en una novela de suspense clásica, con tintes psicológicos, crítica social y un entorno bien cuidado.
Escrita con sencillez lo que la hace más intensa. Los personajes secundarios están tratados con toda delicadeza pero no son más que elementos secundarios, elementos que ayudan a mantener la tensión sobre la dualidad del personaje principal y sobre el mensaje que rezuma en toda la novela: el bien y el mal forman parte de todo ser humano, todo depende de cual de los dos gane la partida.